Hola mi vida. Antes que nada quería desearte todo lo mejor hoy, porque te lo mereces y porque me he tenido que ir sin darte el abrazo más fuerte del mundo. Ya sé que para ti igual es un día más, que no tiene importancia cumplir años y todas esas cosas, pero a mí me apetece felicitarte y decirte que quiero seguir contigo, muchos años más...bueno más, el resto de mi vida.
No sé muy bien como empezar esta tontería, en la que pretendo reflejar un poco como me siento, y como me has hecho sentir en todo este tiempo. Creo que en ocasiones como estas, las palabras son solo un reflejo vacío y minúsculo de los sentimientos...
Pero, supongo que debería empezar diciendo que ahora mismo soy plenamente feliz, que haces que cada momento sea diferente y que tenga ganas de sonreír todo el día.
Haces que se evadan mis preocupaciones, que mis problemas sean insignificantes y que pese a las adversidades tenga ganas de seguir luchando.
No sé de que manera podría describir estos años, llenos de sonrisas, de detalles, de momentos especiales...De las lágrimas y los malos ratos ya ni me acuerdo. Será porque ha habido muy pocos.
Recuerdo perfectamente el primer beso, y el escalofrío por la espalda tras el primer roce, y que me duró al menos diez minutos...y esa sensación extraña y un poco asustada al quedar contigo. Y me vienen a la mente también los abrazos, los besos en las escarelas o el banco de la plaza, muertos de frío. Y los paseos eternos, sin prisas y sin saber a dónde íbamos...La cama súper pequeña, las llamadas interminables, los mensajes inesperados a media noche...
Qué bonito que es ir poco a poco, descubriendo cada día sentimientos nuevos que aunque pase el tiempo, permanecerán allí.
Ahora, después de tanto tiempo contigo, indudablemente las sensaciones han cambiado, aunque sigo poniéndome nerviosa cuando voy a verte, y tus abrazos me hacen tanta falta como el primer día.
Me he dado cuenta de que te necesito, que quiero saber de ti en cada instante, que necesito compartir contigo todo lo que me ocurre... que si no te cuento las cosas, es como si no hubieran pasado.
Te has convertido en algo imprescindible para mí, tanto, que me falta algo si no te siento cerca...y te aseguro que te noto siempre, muy cerca de mí.
Perdona si te molesta esta manera tan poco convencional de felicitarte y además de expresarte lo mucho que significas para mí. No te rías mucho, ya sabes lo noña que soy.
He puesto esa foto porque me gusta. Solo espero que como en ella, la luz de tu mirada siga iluminándome mucho tiempo. Porque ya me he acostumbrado a ella y me hace falta siempre.