Uno de mis meses favoritos, por no decir el que más. Porque huele a libros nuevos y al plástico de los forros. Porque ya apetece arroparse en la cama. Porque los días se acortan y anochece antes.
Porque un día amanece estupendo, como si se hubiera quedado rezagado del verano, y sin embargo, el siguiente huele ya a hojas secas y a castañas asadas.
Porque todos volvemos a la rutina, llegan los buenos propósitos...los coleccionables de mil cosas diferentes, los atardeceres mágicos junto a una taza de café...
Y sobre todo, porque es un mes de suspiros, de alegrías y tristezas, de reencuentros o desencuentros.
Porque vive de los recuerdos de un verano que se ha ido, y sueña con los anhelos del verano que vendrá.
4 comentarios:
¿Eres estudiante? Es muy bonito lo que recuerdas...
Bueno, fui estudiante, lo soy y lo seré. Terminé Historia del Arte y ahora preparo oposiciones.
Ah, y muchas gracias por tu comentario.
Ánimo, addict. Con tiempo y una caña... ;)
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